Esta primavera ha sido especialmente lluviosa en Madrid. Se han registrado precipitaciones récord durante el mes de marzo y es que ¡es una tendencia que aumenta cada año para el mismo mes!
Lo sabemos, es un fastidio que precisamente cuando comienza la primavera y llega el buen tiempo no se pueda disfrutar de un buen aperitivo en la terraza. A nosotros también nos encanta y por eso hoy vamos a hablar de algo que va a volver a sacarte fuera: los toldos impermeables.
Porque sí, los toldos no protegen exclusivamente del sol, sino que también pueden ser un gran aliado los días de lluvia.
¿Por qué son especiales los toldos impermeables?
Como su propio nombre indica, están hechos de lonas especiales que no dejan pasar el agua. Pero no sólo el tejido está adaptado a la humedad y la lluvia, sino que también pueden incorporar cofres que lo protegen cuando está recogido, de forma que su mantenimiento se simplifica y su vida útil se alarga.
Son ideales para negocios, ya que además del toldo horizontal, se pueden agregar paredes laterales protegiendo también del viento y creando una atmósfera más aislada del ruido que gana en privacidad.
Lonas impermeables
A la hora de elegir el material ideal para un toldo impermeable, las lonas acrílicas y las de PVC destacan como dos de las opciones más populares por su durabilidad y resistencia. Las lonas acrílicas están fabricadas con fibras teñidas en masa, lo que les otorga una excelente solidez del color y una apariencia textil elegante. Repelen bien el agua, aunque no son completamente impermeables, sin embargo, eso está lejos de ser una desventaja. Significa que también son transpirables, y por tanto evitan la acumulación de calor debajo del toldo, que puede llegar a ser muy incómoda. Estas características las hacen perfectas para terrazas, jardines y zonas donde se busca confort y estilo, ya que ofrecen una numerosa variedad de colores.
Por otro lado, las lonas de PVC se fabrican con poliéster recubierto de una capa de vinilo, lo que los hace completamente impermeables sumado a una gran resistencia frente a la humedad, el moho y los rayos UV. De esta manera se reduce el mantenimiento y alarga su vida útil. Son ideales para zonas con un clima más adverso, con lluvias frecuentes o en estructuras donde se requiere un cierre hermético, como pérgolas o carpas. Aunque su aspecto puede ser menos estético, su versatilidad y fácil mantenimiento las convierten en una excelente opción para usos más exigentes.
¿Cómo hacerle un buen mantenimiento a mi toldo si se ha mojado?
Que no cunda el pánico. Los toldos son herramientas fabricadas para existir en el exterior, incluso si no son impermeables. Igual que al lavarlo, lo primero que debes saber es que para guardar de nuevo el toldo, éste tiene que estar completamente seco. De esta manera evitaremos que la humedad genere hongos y moho que manchen la tela.
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